01/ No tomar suficiente legumbres y frutas: Son alimentos ricos en antioxidantes, vitaminas, minerales y fibras alimentarias. Recuerda que la regla de 5 al día en las frutas e intenta tomar un par de platos de legumbres por semana.
02/ Eliminar las grasas: Son esenciales para la vida e imprescindibles en el deporte, aunque su contenido calórico sea elevado, No las elimines, te protegen de infecciones y son el combustible que necesitas en tus sesiones aeróbicas. Pero ojo eso si, la gran mayoría tienen que ser insaturadas ricas en ácidos grasos omega 3. Quita las grasas saturadas como por ejemplo las de la bollería.
03/ Desayunar poco: El proceso de cataclismo que sufres por la noche lo detiene el desayuno, que reactiva tu metabolismo. Aporta carbohidratos, proteínas y algo de grasas sanas, no sirve solo un café.
04/ Cenar copiosamente: Tendrás un sueño agitado con una digestión lenta y pesada. Además al no ser consumida la energía aportada, es mas fácil que se guarde como reserva.
05/No comer al acabar de entrenar: El ejercicio te pone en situación católica de destrucción muscular y la toma de alimentos detiene este estado. Comiendo tendrás una recuperación rápida y pondrás a tu cuerpo en estado anabólico.
06/ Comer en exceso antes del ejercicio: La sangre que demanda tu sistema digestivo y la energía que precisa el propio proceso es justo lo que necesitan tus músculos para moverse.